Diablo II, el indiscreto encanto de matar y lootear por siempre

¿Cuántas veces escuché a Deckard Caín decirme "Stay a while and listen!"? Es un dato irrelevante e imposible de medir, pero seguramente fueron miles. Como las frases del Boina Verde de Commandos, la voz de Caín me genera una gran nostalgia. Los recuerdos se mezclan entre lo vivido en el juego y la realidad, porque esa frase no sólo evoca los ítems desconocidos que encontramos en los dungeons que nos propone la saga Diablo sino también un verano en los que montamos la primera LAN party con mis amigos del secundario. Cuando para muchos el ciber era sinónimo de Counter-Strike, para mí era poder jugar en red al Diablo II durante toda la noche por la módica suma de 6 pesos.

Diablo puso muchas cosas en orden en el mundo de los RPG isométricos y marcó lo que a partir de su salida el mundo gamer terminó definiendo como action RPG. Pero como Age of Empires II, esta segunda parte suma factores que la hacen inmortal y mantienen su comunidad activa más allá de los siguientes títulos. Pasó Diablo III y hoy Diablo IV está súper vigente, con actualizaciones constantes en un nuevo mundo que ve los juegos como servicios que tienen que tener contenido para durar. Pero, paradójicamente, pese a tantos esfuerzos para mantener relevante el último título de Blizzard, hay una comunidad que se quedó en Diablo II, que lo ve como el peak de los action RPG y que sigue dando vueltas por ese mundo en servidores propios, con mods o disfrutando del actual Remaster. ¿Qué hizo especial a Diablo II? ¿Por qué 25 años después sigue teniendo una comunidad? Como dice Deckard Caín, quedate un rato y leeme, que vamos a hablar de Diablo II

La hermosa big box de la edición Battle Chest de Diablo II | Foto: Alejandra Morasano
La hermosa big box de la edición Battle Chest de Diablo II | Foto: Alejandra Morasano

Antes del 2 viene el 1

A finales de 1996, Blizzard Entertainment sacó al mercado Diablo, un RPG cuya propuesta estaba centrada en la acción en tiempo real. Originalmente había sido pensado para jugarlo en turnos, como Baldur's Gate, por los desarrolladores del estudio Condor. Pero la productora se convirtió en Blizzard North al poco tiempo de desarrollar la primera idea de Diablo, y la casa madre presionó para que hicieran foco en la acción en tiempo real y en un multijugador que sería el debut de Battle.net.

La mejor forma de conocer las obras que te gustan es seguir el hilo conector de sus influencias. Antes de Diablo existió Gauntlet (1985), un juego de acción con setting de RPG estilo Dungeons & Dragons con vista top-down (o sea, desde arriba) que fue un éxito en arcades con su propuesta de matar hordas de monstruos mientras atravesabas mazmorras. Este concepto, mezclado con RPG más clásicos como Dungeon Master (1987) o los primeros juegos basados en D&D, dio como resultado un loop de juego de lo más adictivo. Ese loop consiste en matar para obtener mejores ítems que permitan matar más, lo que nos da niveles para usar mejores ítems y habilidades que nos dejan matar más para obtener mejores ítems –bueno, ya te diste una idea de lo que hablo–.

Ese loop tenía que estar contenido en una historia y ese es el otro diferencial de la saga, que arma una ambientación gótica en lo que llamamos grim dark, que hasta hoy sirve como inspiración para nuevos juegos. Dentro de este setting se nos presentan personajes entrañables con los cuales interactuamos para que nos den misiones o para comerciar, en una ciudad que sirve como lobby antes de meternos al dungeon y explorar sus 16 niveles hasta enfrentarnos con el jefe final

Diablo II y el perfeccionamiento del loop

Pocas secuelas crecen tanto de un título a otro. La diferencia entre la segunda parte de Diablo y la primera es abismal en todos sus aspectos. Diablo II (2000) tomó nota de otro título que también dejaría una marca importante en los RPG de PC como lo fue Baldur's Gate (1998) en cuanto a profundizar lore y habilidades, pero sin dejar lo mejor de su fórmula propia. Esta secuela tiene una campaña que se desarrolla en cuatro actos y que nos lleva a recorrer el mundo, dejando atrás la ciudad de Tristram y el dungeon de Diablo. La historia lleva a nuestro personaje a buscar al Errante Oscuro (The Dark Wanderer), el héroe del I, quien tras matar a Diablo quiso contener su fuerza pero fracasó y terminó siendo corrompido por este. A lo largo de los cuatro actos vamos conociendo nuevas locaciones y enfrentando a otros demonios, entre ellos Mephisto, uno de los hermanos de Diablo.

Pantalla de selección de clases en Diablo II
Pantalla de selección de clases en Diablo II

La evolución del juego no sólo estuvo en su lore y el setting de la campaña. La jugabilidad mejoró drásticamente, pasando de tres a siete clases (con la expansión Lord of Destruction), sumando al nigromante, el paladín, la asesina y el druida como novedades; y como legado del I, las evoluciones del bárbaro, la hechicera y la amazona. Cada clase ahora tenía un árbol de habilidades con ramificaciones, dependiendo de nuestras elecciones. Entre las nuevas habilidades y la cantidad de ítems inéditos que nos permitían customizar al personaje, los builds pasaron a contar con una cantidad enorme de opciones. Otro aspecto importante que se mejoró fue la velocidad del juego, ahora más dinámico y rápido, y una nueva skill: correr. ¿Sabés qué significa todo eso? Que el loop había sido perfeccionado y ahora matar y lootear había pasado de "jugabilidad divertida" a vicio total.

Como si fuera poco, el juego también introdujo un cofre personal para guardar ítems, la posibilidad de contratar mercenarios y nuevos niveles de dificultad para rejugarlo. Un verdadero monstruo había llegado a su perfección con todos estos avances.

Diablo II tuvo soporte de Blizzard hasta 2016, cuatro años después de la salida de Diablo III. Si bien el III tenía novedades y no es un mal juego, algo se sentía diferente. Esto impulsó a los fans a mantener vivo Diablo II a través de mods que pulían su jugabilidad o le agregaban contenido, mientras que se hacían desafíos en la comunidad, como los speedruns. Como soltar no era una posibilidad, en 2021 Blizzard sacó a la venta Diablo II: Resurrected, una remasterización del juego que es básicamente el código original de hace 20 años corriendo sobre un motor nuevo 3D, pero con la posibilidad también de sacar estos nuevos gráficos y jugarlo con los sprites originales en 2D. Con algunas novedades que venían de los mods de la comunidad y con contenido nuevo, sin romper nada de la idea original, hoy esta remasterización es una buena forma de volver a la caza del Errante Oscuro. Recomiendo darle una jugada para revivir el sentimiento, y pueden aprovechar que está gratis con el Game Pass de Xbox para PC. O pueden conseguir el juego base gratis acá, en uno de los sitios de retrogaming favoritos de Lucho.

El manejo de inventario de Diablo II: Resurrected
El manejo de inventario de Diablo II: Resurrected

El legado y los clones

Diablo II sigue vivo obviamente en Diablo IV, una continuación super digna y divertida que agarra el concepto original pero le suma 25 años de gaming. Ahora estamos en un mundo abierto, las habilidades y el crafteo de ítems son casi infinitos, y las hordas de monstruos cada vez más espectaculares. Pero no es Diablo II, de hecho no hubo muchos sucesores dignos de su legado. Así como no hay muchos soulslike que valgan la pena por fuera de la saga Dark Souls, la de Diablo tuvo muchos clones pero pocos lograron seducir. Podemos mencionar a Path of Exile 1 y 2, hoy la principal alternativa, o Titan Quest y Grim Dawn, otros títulos muy buenos del genero de action RPG. Pero no hay muchos más para destacar.

A partir de 2020, y con el impulso de la última década de los juegos independientes, también tenemos títulos más desconocidos y chiquitos que recomiendo probar en esta búsqueda de clones Diablo, como ser Anima: The Reign of Darkness (2021), que salió primero en iOS/Android como respuesta a Diablo Immortal –tan horrible que no vamos a hablar de él–, y el actual Tower of Kalemonvo (2025), cuya muy recomendable demo se puede probar en Steam. Pero el que llevó el loop a un nuevo lugar ya hasta casi criminal fue el querido Vampire Survivors (2022), que no es un action RPG pero agarra ese loop de matar y lootear y lo estimula por mil. Si te gustan esos nuevos juegos inspirados en Vampire Survivors, te recomiendo Halls of Torment (2024), que es básicamente el mismo juego skineado como Diablo II. Pero guarda, que es falopa fuerte.

Tower of Kalemonvo (2025), uno de los mejores clones de Diablo
Tower of Kalemonvo (2025), uno de los mejores clones de Diablo

Veinticinco años después, Diablo II sigue siendo recordado y jugado por una generación que vivió una era dorada del gaming entre los '90 y la primera parte del 2000. Esa época donde todo era nuevo, que nos dio StarCraft, Age of Empires, Doom, los primeros Fallout y GTA, y muchas obras más. Las aventuras eran diferentes –no sé si mejores porque tampoco quiero ser un viejo gritando todo el tiempo– y profundizar en estos juegos era parte de nuestra personalidad. Yo era gordo Diablo II y me gastaba la noche del ciber jugándolo o aprendiendo a armar una LAN party sólo para jugar con mis amigos en el loco nivel de las vacas.