Buenos Aires Rojo Sangre: historia oral del festival del horror
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Falta poquito y ya serán 26: del 20 al 30 de noviembre, habrá un nuevo BARS. Pero hoy, por ahora, son 25 las ediciones del Buenos Aires Rojo Sangre, el festival que le dio musculatura a la movida del cine de género y cine fantástico en Argentina. Un espacio considerado como uno de los enclaves festivaleros más importantes de la región. Auténtico y controversial. Clásico y vanguardista. Serio y delirante. El BARS se configuró como un espacio de resistencia cinematográfica que, a caballo del talento y la persistencia, devino en la plataforma con la que varios directores despegaron hacia las grandes ligas.

Ya sea recibiendo a cineastas reputados del palo –el español Paco Plaza, el italiano Ruggero Deodato, el norteamericano Mick Garris y más– o fomentando la cultura recontra independiente –sus concursos de cortometrajes son, literalmente, el gran semillero del cine de género nac & pop–, el BARS comprime una mística inmarcesible. "Eso" que no se puede comprar, ni vender, pero que existe y está, literalmente, ahí. Pasan los años, pasan los artistas, queda el Rojo Sangre.

Y al costado del costado, un tendal de historias que van perdiéndose tristemente en el olvido. Victorias, anécdotas, devenires, chiches, hits espontáneos, bizarrismos varios, combustiones juveniles, mezcolanzas, huevos, tripa y corazón: aquí, la voz de algunos protagonistas históricos del Buenos Aires Rojo Sangre recuperando ecos de grandeza. Un ovillo de hitos que hicieron crecer al festival y que, con perspectiva histórica, constituyen el ADN de eso que ahora, con el diario del lunes y con ríos de sangre bajo el puente, consideramos incuestionablemente como "la movida del cine de género en Argentina".

Una sala llena de monstruos

En 2009, Elián Aguilar se propuso filmar este documental sobre el décimo aniversario del Buenos Aires Rojo Sangre. Para eso, juntó a un montón de monstruos y la cosa se le fue de las manos.

Hacía muy poco, dos o tres años, que trabajaba en el festival. Estaba más en la mesita de merchandising y esas cosas. Se acercaba el décimo aniversario y sentíamos que había que hacer algo. Un año antes se había sumado Ariana Bouzón, que es una fuerza de la naturaleza. Nos juntamos a charlar en la escalera con Jotar y Elvis, dos viejos lobos de mar del cine de género argentino. Y surgió la idea de hacer un documental. Teníamos menos de un año para filmarlo.
Además, fue durante ese momento histórico del cine de género, que estaba siendo totalmente disruptivo. Y hoy tiene el correlato correspondiente. Fui el guionista y director. Sarna se encargó de la parte técnica e hicimos el documental sin un peso, ni siquiera alquilamos equipos. Y terminó habiendo una cantidad de gente importante: Demian Rugna, Javier Valentín Diment, Hernán Moyano, Daniel de la Vega, Fabián Forte, Nicanor Loreti, Axel Kuschevatzky, Sebastián Tabany, Diego Curubeto, FARSA Producciones, entre otros.
Trabajamos maquillaje con Lilia Lemoine, que estaba con la Monster Walk. Ellos movían mucha gente. Nos juntamos en el cine de Lavalle y disfrazamos a un montón de gente. En esa sala, el festival estaba establecido. Ahí grabamos gags que, de alguna manera, iban a acompañar el relato de lo que habíamos armado y que servían para hacer los chistes de lo que pasaba cuando uno ve películas, pero con monstruos. Las chicas de la Monster Walk tenían una experiencia en redes importantes, hicimos un par de flyers y la cosa se movió. Eso nos llevó al programa de Mariana Fabbiani, disfrazados, para contar sobre nuestro documental.
El día del rodaje con los monstruos nos sorprendió a niveles que no esperábamos. Vino una cantidad de gente gigantesca y cayó el noticiero de Canal 13. En ese momento, tener al noticiero central era como ser famoso. Fue todo hecho a pulmón y funcionó muy bien. El documental fue editado por VideoFlims y si ves toda la gente que sale y más tarde explotó, te hace sentir orgullo. Fue algo que acompañamos desde el Rojo Sangre."
El cast espontáneo del documental por el décimo aniversario del BARS
El cast espontáneo del documental por el décimo aniversario del BARS

El amanecer de los monstruos

Efectivamente, la especialista en efectos especiales –y actual diputada nacional libertaria– Lilia Lemoine organizó una marcha de monstruos horrorosos y deformes cuya posta principal era el BARS. ¿Volverá alguna vez al mundo del cine?

"Recuerdo cuando llenamos la sala de monstruos para el rodaje del documental por los 10 años del Rojo Sangre. Estaba muy oscuro, no distinguíamos bien nada. Y no sabíamos la importancia que iba a tener. De chiquita soñaba con festejar Halloween y acá no se hacía. Cuando me enteré que existía la Zombie Walk fui y me pareció un poco aburrida, porque la gente no entraba en personaje. Eran cuatro gatos locos que se tiraban sangre encima, salvo los que hacían efectos especiales.
Yo estaba empezando a estudiar y, apenas pude, con la Escuela de Efectos Especiales empezamos a organizar la primera Monster Walk. El plato fuerte era pasar por el Rojo Sangre. Yo siempre fui media tangencial al BARS. Participé dos veces con cortos y una vez con una película. Pero como amante del cine de terror y los efectos especiales, lo veo como un evento muy importante.
¿Si pienso volver al cine? Sí, de hecho estuve a punto de hacer algo con Diego Recalde, pero no sé si ya pasó el momento. Estoy con muchos quilombos en el Congreso, las cosas están candentes. No es que no me guste, pero estoy concentrada en otras cosas. Definitivamente quiero volver. A mí me encanta. Y mientras más bizarro, mejor."

Un salto hacia adelante

La histórica productora general del festival, Ariana Bouzón, advierte algunos puntos clave del crecimiento del Rojo Sangre en los últimos 15 años.

"Para mí, los dos hitos más significativo de la historia del festival fueron el pasaje de 2 a 3 salas y el pasaje de 7 a 11 días. Esos dos cambios evidenciaron el crecimiento innegable del festival. Desde allí que siempre hubo hitos, pero se mantiene parejo. Uno bien alto fue la proyección de Mandy, protagonizada por Nicolas Cage, una película muy esperada que tuvo su estreno latinoamericano en el Buenos Aires Rojo Sangre con una función estallada. Esos hitos sirvieron para acceder a un público más mainstream."
Mandy, con Nicholas Cage, tuvo estreno latinoamericano en un BARS
Mandy, con Nicholas Cage, tuvo estreno latinoamericano en un BARS

Un éxito contemporáneo

En 2022, el youtuber Jorge Pinarello y la actriz Natalia Maldini estrenaron el film Algo que pasó en Año Nuevo. Maldini recuerda la algarabía del público y el hit por recibir la mejor distinción posible.

"Estrenamos en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, así que el estreno del Rojo Sangre fue debut de la película en capital. Fue espectacular: antes de que se hagan los anuncios oficiales de las entradas en las redes, ya se habían agotado. Por eso agregaron más funciones. Creo que hicimos como cinco. Pasó lo mismo en Mar del Plata.
Fuimos con Jorge Pinarello (director de la película), Cásper Uncal (uno de los protagonistas) y varios más del equipo técnico. Era una fiesta la sala. La gente estaba re compenetrada: había risas, gritos, agarraban los guiños y, como frutilla del postre, ganamos el Premio del Público. Eso fue hermoso también, el mejor premio que hemos ganado. Después la película pasó por FESAALP, por varios Espacios INCAA y armamos un circuito muy artesanal. La filmamos en medio de la pandemia y todo fue muy a pulmón."
Algo que pasó en año nuevo, un éxito contemporáneo en el BARS
Algo que pasó en año nuevo, un éxito contemporáneo en el BARS

Los últimos románticos

La factoría Gorevision, uno de los nombres más frecuentes de las grillas del BARS, se yergue rápidamente como artífice de algunos de los golazos más míticos del festival. Germán Magariños, su director, puntualiza en "la mejor proyección" que tuvo en su vida.

"Para mí, el estreno de Goretech no sólo fue la mejor proyección de mi historia como realizador, sino que creo que fue la mejor proyección en la historia del BARS. Lo puedo decir sin falsa modestia porque no fue gracias a mí, sino gracias a la gente. Hicimos esa película pura y exclusivamente para que sea una fiesta en el BARS. Y lo fue.
De principio a fin, la gente estuvo gritando, riendo, aplaudiendo, vomitando y teniendo sexo en la sala. Bueno, estas últimas cosas no pasaron pero fue como si hubieran pasado. Ni antes ni después se replicó una proyección así. Hubo gloriosas y parecidas, pero ninguna igual. Y creo que no habrá una igual porque fue la película justa en el momento exacto de la historia.
Sin dudas que estrenar en el Rojo Sangre es lo más soñado para quienes hacemos cine underground, bizarro, fantástico o como quieran llamarlo, en Argentina. Es el lugar donde sabemos que van a estar presente la mayor cantidad de personas interesadas en nuestras películas. En salas que se ven y se escuchan perfecto. Y, además, donde nos dejen o no, meteremos birras y haremos la fiesta que corresponda."

Cómo convencer a una estrella

Durante el BARS número 16, el festival contó con la aparición de Susana Beltrán, estrella de Sangre de Vírgenes, La Bestia Desnuda y La Venganza del Sexo, film que fue homenajeado a 50 años del rodaje. Pablo Sapere, programador del festival, revuelve aquellos pormenores.

"Primero decidimos hacer un homenaje a la película La venganza del sexo, por el aniversario. La idea era no sólo proyectarla. Hicimos un afiche, ilustrado por Flavio Greco Paglia, para que sea un homenaje a la película. Lo primero fue buscar la autorización de los herederos de Emilio Vieyra, y después de dar muchas vueltas logramos dar con la hija.
Por la copia, le rompimos las bolas a Fernando Martín Peña, que nos pasó la que tiene en 16mm. Cuando más o menos teníamos armada la función, apareció un amigo del festival, Marcelo Pessino, que nos contó que había rodado un corto con la mítica actriz Susana Beltrán. Y nos propuso convocarla, lo cual era un golazo porque Beltrán no tenía muchas apariciones públicas.
Finalmente nos pasaron el contacto de Armando Minino, un artista de FX que había hecho una máscara como la del androide-zombie de la película, así que agregamos una performance en vivo con el bicho y unas pebetas ligeras de ropa. El resultado fue bastante bizarro."
Los 50 años de La venganza del sexo se celebraron en el BARS 17
Los 50 años de La venganza del sexo se celebraron en el BARS 17

Logrando lo imposible

Con afán de tributar a viejas glorias del cine de horror, el BARS fue por la actriz y modelo Carmen Yazalde, quien –alter ego mediante– fue una de las musas del español Jesús Franco. Al principio fue un "no", pero un cafecito destrabó la cosa. Pablo Sapere cuenta su persuasivo método.

"Se sabía del pasado de Carmen Yazalde como actriz de cine de terror, y de anécdotas de personas que se habían acercado a ella para entrevistarla (creo que alguna vez lo mencionó Axel Kuschevatzky) y que no le interesaba ahondar. Mario Almada, un colaborador de Cinefania, nos propuso que insistiésemos y conseguimos el contacto. Sabiendo los antecedentes, empezamos una operación para convencerla de que diera una charla contando sus experiencias como Britt Nichols.
Fui a tomar una café con ella y la convencí de que nuestro interés no era morboso sino puramente cinéfilo. Así que, junto a Almada y Darío Lavia, logramos concretar la charla. La verdad es que tenía pocos recuerdos de esa época y cada tanto se bandeaba para hablar de cosas de la farándula local, pero de todos modos fue una charla muy interesante. Para coronar conseguimos los derechos de Une vierge chez les morts-vivants, de Jess Franco."
Carmen Yazalde también fue actriz de terror, con el alias Britt Nichols
Carmen Yazalde también fue actriz de terror, con el alias Britt Nichols

Funciones (realmente) especiales

Desde hace unos años, el BARS está programando funciones en sitios, digamos, atípicos. La actual productora general, Meri Lucewicz, cuenta cómo fueron las funciones en el Cementerio Británico y en la Iglesia San Ignacio de Loyola.

"Para la función del Cementerio Británico de 2023 buscamos una película británica representativa para el espacio donde estábamos realizando el evento inaugural, por primera vez fuera de una sala de cine. Pasamos The Wicker Man.
Después, pasa la edición 2024, que estuvo muy atravesada por la fuerte presencia del cine argentino, buscábamos pasar una película nacional con vínculos con lo eclesiástico. De alguna manera, sin profanar. Por eso pasamos Si muero antes de despertar."
La Iglesia de San Ignacio de Loyola, sede inusual del BARS
La Iglesia de San Ignacio de Loyola, sede inusual del BARS

El poder de la amistad, al planeta salvará

El convoy de FARSA Producciones estrenó casi todas sus películas en el BARS. Pero Plaga Zombie 3, una oda a la amistad, fue la más esperada de todas ellas. Hoy está disponible en el canal de YouTube de la productora, pero el actor Sebastián "Berta" Muñíz todavía siente la intensidad del estreno.

"Es todo tan borroso, con tanto Fernet y tanto porro, que los recuerdos me cuestan un poco. Pero cuando estrenamos Plaga Zombie 3, en 2012, fue histórico, algo realmente sorprendente. Me acuerdo de la expectativa que había. Es una mierda que lo diga yo pero se sentía como cuando una banda que no toca hace mucho se vuelve a juntar. Había como una excitación general y expectativa.
El cine explotaba de gente. Fue maravilloso. Y fue como asistir a la graduación de un hijo, algo así. Esos hijos que no tengo, pero tenemos películas, que son casi-casi lo mismo. Para mí, Plaga Zombie 3 fue una culminación. Admito que durante mucho tiempo estuve negado, no quería hacer cosas de zombies. No quería ponerme sangre en la cabeza ni nada de eso. Pero después, cuando vi la repercusión, me pasó lo de siempre: sentir que cada segundo valió la pena. Haber sido parte de Plaga Zombie fue (quizás) lo mejor que me pasó en la vida."

La sangre joven

La distribuidora independiente VideoFlims fue un huracán de ideas y gestión. Tomó por asalto la escena y encaró algunas cuestiones metodológicas con frescura y cercanía. Pablo Marini, uno de sus directores, saca pecho de algunos logros que aún persisten.

"De 2009 a 2014, VideoFlims aportó una mirada más joven. El festival venía acartonado y VideoFlims le sumó algunas cuestiones generacionales, como poner trailers antes de las funciones, presentar películas, las fiestas de cierre y sumar más puestitos dentro del festival. Teníamos una mirada profesional, aunque queríamos conservar esa cosa independiente. Quizás ahora tiene una mirada mucho más profesional que antes, pero esto tiene que ver con el correr del tiempo.
Y lo que me parece más interesante de las presentaciones es que era algo que no existía. Te sentabas en la sala y la película arrancaba. Fueron cuestiones que propusimos y que se mantuvieron en el tiempo, que le dan identidad al festival. Nosotros quisimos darle un poco más de onda y más informal.
También sumamos charlas, en la salita chiquita del Monumental Lavalle. E intentamos imponer el meeting point, que nunca funcionó, no iba nadie. Después fueron cosas que terminó gestionando Ariana Bouzón, pero las ideas habían partido de nosotros."
La mascota de VideoFlims en una de las habituales charlas del BARS
La mascota de VideoFlims en una de las habituales charlas del BARS

El puestito

Con ganas y algo de territorio, VideoFlims instaló algunos yeites. Juanma La Volpe, parte del team de la distribuidora independiente, planta bandera sobre un gran distintivo (físico y mental).

"El gran aporte de VideoFlims fue acompañar la escena de terror independiente. Que salgas de una función y te encuentres con otras películas editadas en DVD. De repente, la gente se llevaba una peli porque la conocían o porque se la habían sugerido o porque se la recomendábamos nosotros.
La presencia de VideoFlims fue medio ordenadora. Terminó de cerrar el contrato audiovisual del BARS. Ibas a ver una película y podías llevarte a tu casa otras que ya habían estado en el BARS. O de gente que hacía películas para el BARS. Fue un esfuerzo laboral y físico. VideoFlims fue un músculo importante para el BARS."

Los premios no son tan importantes

El uruguayo Fede Álvarez, director de Alien: Romulus, y el argentino Andy Muschietti, realizador de It, pasaron por el Rojo Sangre con sus primeros cortos y no, no ganaron nada. Sapere, programador del festival, explica los motivos.

"Fede Alvarez era un perfecto desconocido fuera de Uruguay. Salvo en el BARS, donde había ganado con el corto El cojonudo, en 2005. Ataque de Pánico se estrenó en el BARS el 31 de octubre de 2009. El 3 de noviembre lo subió a YouTube y explotó. Fue una de las primeras grandes viralizaciones. Lo terminó convocando Sam Raimi y se instaló en Hollywood.
En cuanto a Muschietti, era medianamente conocido por aquí. Había participado en una de las Historias Breves del INCAA. Se fue a España y ahí hizo Mamá, un corto súper breve y efectivo que recorrió montones de festivales de género. Su éxito le permitió llevar esa idea a un largo. Y a partir de ahí, las grandes ligas.
Los jurados de aquella Competencia de Cortos en la que participaron Ataque de Pánico y Mamá fueron Pablo Marini, Federico Wiemeyer y Gabriel Patrono. ¿Qué paso que no ganaron? Probablemente nada en especial. Simplemente les llamó la atención otro corto: el español Die Schneider Krankheit, del actualmente medianamente ignoto Javier Chillon. Creo que Ataque de Pánico tuvo una mención por su FX. No sé si la historia tiene mucha moraleja. Salvo que, tal vez, y finalmente, los premios no sean tan importantes."
Ataque de pánico, viral en YouTube, primero tuvo estreno en el BARS
Ataque de pánico, viral en YouTube, primero tuvo estreno en el BARS

Cine federal y sangriento

El Fin de Semana Sangriento es un concurso que forma parte del gran menú cinematográfico del BARS y propone el desafío de filmar cortometrajes de género en 72 horas. Meri Lucewicz, su coordinadora, retrata los pormenores de esta gran fiesta nacional.

"La primera edición fue en 2017. Hicimos tres consecutivas, después frenamos y retomamos los últimos cuatro años. En 2024 hicimos la séptima edición. Desde el principio, la experiencia al frente de Fin de Semana Sangriento fue una locura. Desde la gestión de la idea, creyendo que no la íbamos a poder hacer, hasta tener una edición con récord de inscriptos de todo el país.
Siempre fue muy movilizante, con cineastas de todo el país rodando películas con las consignas que les damos. Es muy gratificante ver el resultado y saber que, año a año, a través del concurso se generan unas 100 o 130 cortometrajes nuevos. La mayoría sigue rodando por festivales, incluso algunos ganando premios. Termina siendo un motor para la movida independiente.
También empezó a pasar que los equipos se fueron profesionalizando. Volvían cada año con mejores propuestas, con más equipo y más personal técnico. Entonces, Fin de Semana Sangriento terminó siendo como un motivo de autosuperación y crecimiento. Colaboramos para generar un nicho de realizadores, algo que siempre fue muy característico del festival. Y algo que me parece hermoso es que participa gente de todo el país: de Jujuy y Salta a Ushuaia, realmente hay algo federal. Y en muchos casos vienen de sus provincias para las proyecciones. Ya estamos pensando la próxima edición y tratamos de abrirnos al país entero."