Kendrick Lamar, el círculo virtuoso del hip-hop
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En los '70s y '80s, la comunidad afroamericana en Estados Unidos era víctima de una segregación racial brutal. A pesar de eso, y gracias a su espíritu imbatible, lograron hacer oro de las cenizas y, jugando con los flamantes chiches tecnológicos de la época mientras intentaban canalizar su historia artística en nuevos fenómenos culturales, dieron nacimiento a dos de los últimos grandes géneros musicales: en Detroit fue el techno, en Nueva York el hip-hop.

Los caminos de estos movimientos fueron muy distintos y, si bien ambos nacieron como respuesta política implícita a ese contexto, el hip-hop se volvió explícitamente combativo a través de los años, sobre todo por ser un género basado en la palabra. Así, ganó empuje con bandas como Public Enemy, pionera del denominado political hip-hop; o N.W.A., quienes dieron origen al gangsta rap cuando esta cultura llegó a la Costa Oeste. Ya en los '90s apareció Tupac, el salvador que no pudo ser, o no dejaron ser. De joven leyó a Malcolm X y, a su manera, intentó retomar su legado y transformarse en un líder político a través de la música: sacó cinco discos en 5 años, y tres de ellos fueron número 1. Malcolm X fue asesinado a los 40 años, Tupac a los 25. Y mientras todo eso pasaba, nacía y crecía Kendrick Lamar.

N.W.A, "el grupo más peligroso del mundo" | Archivo
N.W.A, "el grupo más peligroso del mundo" | Archivo

Compton

Paula Oliver y Kenny Duckworth se mudaron a Compton, en el "conurbano" de Los Ángeles, en 1984. Venían del sur de Chicago, donde Kenny era miembro de una pandilla, los Gangster Disciples. Hasta que Paula, cansada de esa vida criminal, le dio el ultimátum: "No puedo estar con vos si no intentás mejorar". Así decidieron comenzar una nueva vida en California con sólo $500 dólares. Ella consiguió trabajo en McDonald's y él en KFC. Después de un tiempo se estabilizaron y pudieron agrandar la familia: el 17 de junio de 1987 nació Kendrick Lamar Duckworth, mientras en el mismo barrio Dr. Dre, Ice Cube, Eazy-E, DJ Yella y MC Ren formaban N.W.A.

Según fuentes cercanas, el Kendrick que vemos hoy –y que este fin de semana toca en la cancha de River– es el mismo niño simple al que le gustaba andar en bicicleta recorriendo Compton en los '90. Un vagabundo reflexivo que observaba en silencio un entorno hostil. Basta con revisar las letras de N.W.A. o raperos como Ice-T, que se encargaron de documentar la ciudad en la que Kendrick creció. En 1992, a los 4, vivió de cerca los famosos riots de Los Angeles, el alzamiento popular registrado en LA 92. A los 5 presenció cómo le volaban el pecho de un escopetazo a un tranza, frente a su casa. "Me di cuenta que no era sólo algo que estaba viendo, sino algo a lo que iba a tener que acostumbrarme", le contaría mucho después a NPR. Y no fue el único asesinato que presenció en su barrio.

Compton no siempre fue como hoy. Antes de la Segunda Guerra Mundial era una ciudad de blancos con políticas raciales que prohibían a las familias negras mudarse ahí. En 1948, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró inconstitucionales esas leyes y para el comienzo de los '50 ya había familias negras comprando casas en la zona. La reacción de los blancos fue empezar a vender e irse, por miedo a que el valor de sus propiedades se desplomara.

El centro de Compton en 1950 | Restauración por @civiltaustrale
El centro de Compton en 1950 | Restauración por @civiltaustrale

Para 1960, la población afroamericana de Compton rondaba un 40%, y una década más tarde ya era del 65%. La falta de empleo y oportunidades derivó en un aumento del crimen, y en 1971 surgió la pandilla de los Crips, identificados con el color azul. Al año siguiente, en 1972, varias pequeñas pandillas se unieron para hacer frente a su poder, formando los Bloods, cuyo distintivo era el color rojo. La violencia entre ambas pandillas marcaría la vida en Compton durante décadas.

Suge Knight, co-fundador de Death Row Records junto a Dr. Dre, mantenía fuertes vínculos con los Bloods. La presencia de Knight y su sello, la discográfica insignia de la Costa Oeste, no sólo consolidó el dominio del gangsta rap sino que también intensificó la rivalidad con la Costa Este, representada por Bad Boy Records de Sean "Diddy" Combs. No era sólo una guerra de pandillas en las calles sino también una guerra musical entre las dos costas y sus discográficas. En medio de esa tensión, Tupac Shakur, figura central de Death Row, fue asesinado por miembros de los Crips, hay quienes dicen que por orden de Diddy, aunque nunca se pudo comprobar.

Los ángeles

Cada estrella necesita sus ángeles: esas personas que de alguna manera se cruzan en tu vida y te guían por el camino correcto. Para Kendrick, además de sus padres, estos serían Matt Jeezy y Regis Inge.

Matt Jeezy fue su mejor amigo de la infancia. Se conocieron en tercer o cuarto grado, vivían en el mismo barrio y jugaban al básquet juntos. Muchos de los chicos que jugaban con ellos terminaron matándose entre sí por altercados entre pandillas, pero Matt y Kendrick no pensaban en rojo y azul, ellos sólo querían divertirse: "Solíamos recibir cargadas porque no queríamos ser gangsters –recordó Jeezy en una entrevista–; hasta las chicas nos gastaban, pero era parte de vivir en Compton y crecer rodeado de esa cultura".

Y Regis Inge fue su profesora de lengua de 7º grado y la que lo introdujo al mundo del arte. Ella sumó la poesía a la currícula anual para descontracturar la violencia que venía escalando en la escuela debido a una guerra entre afroamericanos y latinos. Según Regis, si los niños escribían sobre su frustración, no necesitarían expresarla mediante la violencia física. No fue fácil introducir la poesía entre jóvenes que la relacionaban con corazoncitos y rosas, pero se le ocurrió conectarla con el hip-hop y se ganó la atención de todos.

Regis Inge jugaría un papel muy importante en el desarrollo intelectual de Kendrick. Fue su primera gran maestra. Cuando el joven aspirante a poeta le entregaba sus trabajos, ella solía devolvérselo con indicaciones visibles para que profundizara: "Siempre marcaba algo con un círculo y le decía: cambiá esto, mové esto otro acá", contó Inge. El pequeño Lamar no se rendía, todo era una motivación para mejorar. No quería ser bueno, quería ser el mejor. Se obsesionó con la palabra escrita, garabateando letras de rap en cualquier papel y en todo momento, dejando de lado la tarea para otras materias.

Un día, Matt Jeezy y Kendrick volvían caminando de la escuela y el pequeño Lamar entró en un frenesí de freestyle que duró cuatro o cinco cuadras: "Estuvo como veinte minutos sin parar", recordó Jeezy. En ese momento, su amigo se dio cuenta de que Kendrick tenía lo necesario para ser una estrella. Sólo tenía que mantenerse alejado de las pandillas. "Las palabras que literalmente salieron de mi boca fueron: no vayas a la cárcel, no te mueras", contó Matt.

El primer gran evento de la vida de Kendrick llegó a los 8, cuando su padre lo llevó a ver la grabación del videoclip de California Love (Remix) en el Compton Swap Meet de la ciudad. Fue la primera vez que Lamar vio a Dre en persona y la última que vio a Pac vivo. Quedó maravillado con esas dos superestrellas y con el sentido de comunidad que tenían. Lo que no sabía era que, así como Matt Jeezy y Regis Inge fueron sus ángeles de la infancia, estos dos gigantes serían sus ángeles de la adultez.

Little Homies

Hub-City Threat: Minor of the Year (Youngest Head Nigga in Charge), lanzado en 2004, fue el primer mixtape de Kendrick. O mejor dicho de K-Dot: el alterego de su primera etapa musical, probablemente inspirado en Slim Shady, ya que Kendrick era fanático de Eminem. K-Dot tenía la proeza técnica, las estructuras complejas y la cadencia, pero se notaba que era un personaje. Sus letras eran agresivas, pegándole a todo rapero existente y reclamando su corona. Una joven promesa con mucha energía y ganas de comerse el mundo. Y que nunca negoció su ética laboral: Kendrick pasaba horas y horas con sus creaciones, estudiando, pensando y volviéndose uno con ellas. Detrás de un número 1, siempre se esconde un trabajador incansable con años de martillar en el mismo lugar.

Portada original del primer mixtape de K-Dot
Portada original del primer mixtape de K-Dot

En "Go DJ", la canción que más resalta y la más pegadiza, aparecía un tal Dave Free acreditado como "el DJ de Kendrick". Se conocieron en 10º grado, cuando un compañero de colegio le dijo a Dave que tenía que escuchar a un amigo que la rompía con las letras. "Estaba intrigado, le dije que lo traiga al estudio –Free tenía un home studio improvisado– y en ese momento todo el mundo estaba rapeando sobre drogas, pero él tenía esta línea: 'I Ship Keys Like a Piano', o algo así, y pensé en que era la mejor línea que le había escuchado a alguien de su edad", contó el DJ en un documental de 2012.

Compartían el amor por el rap y también su fanatismo por Martin, la sitcom de Martin Lawrence: consideraban que era arte (negro) superior creado con bajos recursos. Esa inspiración los hizo ponerle mucha energía también al trabajo visual. Luego formarían un dúo creativo bajo el nombre de Little Homies y, en vez de gastar una millonada en sus videos, se concentrarían en el poder de los paisajes y la profundidad de las imágenes para generar un impacto.

Dave Free es el socio número 1 de toda la carrera de Kendrick. Nunca dejaron de trabajar juntos y actualmente ambos son dueños del estudio creativo multidisciplinario pgLang, ganador de varios premios Cannes Lions, incluido el de Agencia Independiente 2020.

Top Dawg Entertainment (TDE)

En Carson, a unos 15 kilómetros de Compton, vivía Anthony "Top Dawg" Tiffith. Había crecido en los conglomerados de Nickerson Gardens, famosos por sus paredes llenas de nombres de residentes muertos. Para 1997, estaba cansado de la vida en las calles y decidió dedicarse a la música inspirado en su tío, Mike Concepcion, un ex Crips al que le había ido bien trabajando en la industria musical y pudo abandonar la vida de pandillas.

"El tío Mike me ayudó prácticamente con todo. Lo vi hacer música, y eso me hizo pensar que ahí había una salida", le contó Tiffith a Vibe. Así fue como Anthony armó un estudio en su casa en Carson (que bautizaría The House of Pain) y lo equipó con artefactos de buena calidad para atraer raperos. También quería que fuera un lugar de encuentro para jóvenes talentos. Nombró a la empresa con su apodo, Top Dawg Entertainment (TDE), y encontró un primer socio importante en Demetrius Shipp, un productor que había trabajado con Death Row Records. Esa conexión ayudó a darle legitimidad al proyecto y conseguirle sus primeros trabajos.

Un día, Dave Free –que en ese momento trabajaba como técnico de computadoras– recibió una llamada de Anthony Tiffith para un arreglo de PC. A los pocos minutos de iniciado el trabajo, Free se dio cuenta de que no iba a poder arreglarla, pero se hizo el que trabajaba y puso a todo volumen el mixtape de Kendrick esperando tener suerte. Después de un rato le admitió que no iba a poder realizar el trabajo, pero la bala había entrado: Top Dawg le preguntó quién era el rapero que sonaba y así fue cómo su socio le consiguió a Kendrick su primera gran audición.

Lo metí en la cabina y puse un beat de doble tiempo tratando de deshacerme de él rápido, ¡pero empezó a rapear! Entonces intenté hacerme el que no estaba prestando atención. Se dio cuenta de que no me estaba moviendo entonces empezó a subir el nivel sin parar. Levanté la vista y dije: "Dios mío. Es un monstruo". Al día siguiente tenía un contrato para él. [Anthony Tiffith]

Kendrick sumándose a TDE fue un acierto para ambos bandos, que se enriquecerían mutuamente durante años. Mientras la productora sumaba nuevos talentos como Jay Rock y Ab-Soul, Lamar sacaría varios mixtapes más bajo su ala: Training Day, No Sleep 'Til NYC y C4. En total fueron cuatro mixtapes bajo el pseudónimo de K-Dot, una cantidad enorme de escritura, rimas y tiempo puestos en pos de encontrar su mejor versión.

Recién luego de eso Lamar se sintió listo para lanzar de manera online y gratis The Kendrick Lamar EP (otra referencia a Eminem), primer proyecto bajo su nombre artístico definitivo, que funcionó como puente a su primera obra "redonda" que es el EP Overly Dedicated, el que hoy se encuentra como "primero" en plataformas como Spotify o Tidal, lanzado en 2010.

Para hacer énfasis en los intentos que hacen falta no para ser grande sino para apenas empezar a soñar de forma real con serlo: Kendrick comenzó a escribir poesía y hacer freestyle de muy joven. Lanzó su primer mixtape en 2004. En el medio sacó cinco proyectos. Recién en 2010 lograría una obra madura y de gran nivel. Más de 15 años intentando y aprendiendo.

El video de "Ignorance Is Bliss", uno de los temas más aclamados de aquel disco, y el que Kendrick fuera un rapero de Compton fueron la base para terminar de convencer a Dr. Dre de llamar a este pibito e invitarlo a su estudio. Kendrick estaba comiendo con un ingeniero de TDE y le llegó una llamada de un miembro del equipo de Dre diciéndole que le gustaba su música. La primera reacción de Lamar fue cortar el teléfono pensando que era una joda. Lo tuvieron que llamar como tres veces para que les creyera.

Cuando Kendrick fue al estudio, el legendario productor ya lo estaba esperando con el beat de la que luego sería "Compton":

Llegó un punto en el que me tuve que obligar a salir del "modo fan" y actuar como un profesional después de que nos presentaran. Terminó la prueba y Dre me dijo: "Ok. Ahora escribí una canción entera para esto". Mi respuesta inmediata fue: "Dre, sos el más grande". Él me respondió: "Sí, vos también sos bueno, podés ser algo. Ahora ponete a escribir para este beat". [Dr. Dre]

Section.80

Durante 2010-2011, mientras tenía sus primeros encuentros con Dr. Dre –sin todavía firmar contrato–, Kendrick trabajaba en lo que iba a ser su álbum debut, que saldría oficialmente el 2 de julio de 2011. Su proyecto anterior, Overly Dedicated, muestra signos del verdadero Kendrick Lamar, pero todavía se identifica un rapero intentando probarse a sí mismo, además de que es un proyecto enmarcado dentro del formato mixtape: más una colección de canciones que una declaración unificada.

Section.80 fue la graduación del artista y de su equipo. Casi enteramente producido in-house por TDE, el disco cuenta con un sonido unificado, el "sonido Kendrick" que empieza a relucir. La gran diferencia, para esto, fue la seguridad que empezó a transmitir con su voz, jugando con distintos flows, técnicas más complejas y sobre todo con lo que se volvería una marca personal: el uso de distintas voces.

La política también entraba ya en el centro de la escena: el nombre del disco hace referencia a Section 8, la ley de vivienda de Estados Unidos, y a la generación del '80 criados en la era de Reagan/Bush. Canciones como "F*ck Your Ethnicity" o "Ronald Reagan Era" muestran alguien a quien cada vez le tiembla menos el pulso al escribir lo que piensa y siente. Y la gran "HiiiPower", que cierra el disco y arranca diciendo:

Visions of Martin Luther staring at me
Malcolm X put a hex on my future, someone catch me
I'm falling victim to a revolutionary song

good kid, m.A.A.d city

El éxito de Section.80 le valió finalmente un contrato con Aftermath Entertainment, la discográfica de Dre. Así comenzaron a trabajar juntos en lo que terminaría siendo la primera gran obra maestra de Kendrick Lamar: good kid, m.A.A.d city, donde "m.A.A.d" por "my Angry Adolescence divided").

Habiendo metido en su primer álbum algunas temáticas que recorrerían toda su obra, acá decidió ponerse notablemente más personal y darle un lugar muy importante a la religión. El disco comienza con una oración y funciona como un documental de su infancia en Compton, contando en primera persona momentos que lo marcaron como su primer amor ("Sherane a.k.a. Master Splinter's Daughter"), la experiencia de robar casas ("The Art of Peer Pressure") o el asesinato de su tío Tony ("Money Trees").

La obra más sobresaliente del disco es el doble track "Sing About Me, I'm Dying of Thirst". En la primera parte, de atmósfera melancólica, Kendrick interpreta a dos personajes distintos, para luego rapear desde su propia perspectiva en el tercer verso. Esa narración desemboca en una segunda parte más intensa, cargada de bronca, que culmina con el intento de limpiar sus pecados en el agua bendita del bautismo. Lamar brinda una performance superlativa, tanto en lo vocal como en la letra, que retrata lo que significa vivir en un ghetto. La canción cierra con la misma oración con la que inicia el disco que lo catapultaría al estrellato y la fama absolutos.

Espiritualmente, ese tema me recuerda a "Brenda's Got a Baby", del primer disco de Tupac (2Pacalypse Now), al que Kendrick de hecho hace referencia en su letra y que narra la triste historia de una joven pobre. No hay un parecido directo entre ambas, pero cumplen una función similar: nos revelan que estamos frente a un artista por encima del resto, capaz de narrar historias vívidas y de transmitir un mensaje potente a través de la música.

"Control"

En 2013, un año después de demostrar que era capaz de hacer un clásico, Kendrick sorprendió al mundo (y esta vez no sólo al mundo del rap). El 12 de agosto de 2013, el rapero Big Sean lanzó "Control", con colaboraciones de Jay Electronica y el joven Kendrick Lamar. Y el verso que se llevó todas las luces fue el de nuestro protagonista, que nombró directamente a toda su competencia (11 raperos) y les declaró la guerra musical:

I'm usually homeboys with the same nigg*s I'm rhymin' with
But this is hip-hop, and them nigg*s should know what time it is
And that goes for Jermaine Cole, Big KRIT, Wale
Pusha T, Meek Millz, A$AP Rocky, Drake
Big Sean, Jay Electron', Tyler, Mac Miller

I got love for you all, but I'm tryna murder you nigg*s
Tryna make sure your core fans never heard of you nigg*s

El track no llegó a la versión final del disco por cuestiones obvias –como que Kendrick nombrara hasta al propio Big Sean–, pero se volvió instantáneamente un clásico y uno de los momentos más importantes del rap en esa década. Lamar revolucionó al mundo del hip-hop y obligó a todos a subir la vara. Además, impulsó un aumento de ventas para todos sus colegas.

Aprovecho la excusa para hacer una mención especial a las colaboraciones de Kendrick. Como ya dije, si algo nunca negoció fue su ética laboral. Tener una colaboración suya significaba que iba a darlo todo por tener el mejor verso del disco. Un artista que nunca va a medias. Gran ejemplo de esto es su famoso verso en "Nosetalgia" de Pusha-T. Les dejo acá un video que deconstruye ese verso y muestra el nivel de complejidad al que llega Kendrick en sus trabajos:

To Pimp a Butterfly

Tras la explosión de good kid, m.A.A.d city y el terremoto cultural que significó el verso en "Control", Kendrick hizo algo que sorprendió a todos: se tomó su tiempo. Por primera vez en su carrera decidió frenar la máquina y dedicar varios años a pensar, escribir y dar forma a un proyecto ambicioso. Ya no bastaba con demostrar que podía ser el mejor rapero de su generación; ahora quería construir una obra mayor, que condensara su visión política, estética y espiritual.

En ese período de silencio discográfico, Lamar se obsesionó con el jazz. Escuchaba compulsivamente a Miles Davis, John Coltrane y Herbie Hancock, pero también se fascinó con la nueva camada de músicos de Los Angeles. Entre ellos Kamasi Washington, un saxofonista brillante que terminaría siendo pieza central en el sonido del disco. Kendrick empezó a rodearse de artistas con esa misma sensibilidad: bajistas como Thundercat, productores que meclaban funk, soul y jazz, y finalmente encontró al que sería el gran arquitecto sonoro del álbum, Terrence Martin, productor y multiinstrumentalista que entendió a la perfección cómo traducir las ideas de Kendrick en un universo musical nuevo.

El resultado fue un giro radical. To Pimp a Butterfly (2015) suena distinto a todo lo que había hecho antes: menos inmediato, menos "pegadizo", pero infinitamente más arriesgado y complejo. Ese cambio desconcertó a parte de su público, acostumbrado al rap más directo de sus primeros trabajos. Pero al mismo tiempo, para quienes quisieron sumergirse, se sintió como una evolución inevitable: Kendrick ya no era solo un rapero prodigioso, era un artista en busca de trascendencia.

La obra orbita en torno a una figura espectral: Tupac Shakur. Todo el álbum está atravesado por la presencia del fantasma de Pac, convertido en guía espiritual y símbolo de una lucha inconclusa. Kendrick le escribe una carta, casi un testamento, y el disco concluye con una entrevista ficticia en la que dialoga con él como si estuviera vivo. Esa conversación funciona como epílogo y declaración: Lamar no solo recoge el legado de Tupac, sino que lo transforma en algo nuevo.

Con To Pimp a Butterfly, Kendrick Lamar cerró el círculo. Ese niño de 8 años que miraba con admiración absoluta a esos dos gigantes que eran Dr. Dre y Tupac, logró cumplir su deseo y, como si fuera obra del destino, con ellos dos como guías. Dr. Dre en el mundo real como su productor y mentor musical, y Pac en el más allá como su mentor espiritual. Kendrick entendió a tal punto el lugar que le tocaba cubrir que insertó una pequeña referencia a sus dos mentores con una escena en el video de "King Kunta", en la que se lo ve bailando nada más ni nada menos que junto al icónico cartel del Compton Swap Meet.