
Dieciocho días habían pasado desde el atentado a las Torres Gemelas cuando el comediante Gilbert Gottfried hizo el primer chiste televisado sobre el asunto. Fue en medio de un "roast", formato tradicional yankee donde, para celebrar la vida de alguien importante, sus amigos, familiares y allegados se juntan a contar chistes bardeando al homenajeado, en este caso Hugh Hefner.
"Tengo que tomar un vuelo a California. No puedo conseguir un vuelo directo. Dijeron que tienen que parar primero en el Empire State", soltó el gran Gottfried.
La respuesta del público fue clara: DEMASIADO PRONTO.
Pero sabemos que internet funciona a otra velocidad, y sólo habían pasado 10 minutos desde el impacto a la primera torre (8:46 am) cuando, en el foto del sitio SomethingAwful, el usuario DogWelder posteó (8:56 am): "¡Ese es un agujero jodidamente grande en el World Trade Center, señores!". Puso una imagen de Tyler Durden, personaje de El Club de la Pelea interpretado por Brad Pitt, con un fragmento del diálogo de la película: "En la industria, a esto lo llamamos quemaduras de cigarrillo", haciendo referencia al agujero que quedó después del impacto de la primera torre.

El 11-S fue una de las primeras tragedias memeables de internet pero si Pompeya, el accidente del Hindenburg o el hundimiento del Titanic hubieran sucedido en 2001, también hubiesen sido gran material de memes. El evento en cuestión disparó el desbloqueo total de la comedia sobre el horror, impulsado por esa relación entre el anonimato y la empatía que tenemos al comunicarnos a través de pantallas.
Así, el 11-S empieza a circular como material de humor no porque la tragedia hubiera perdido peso, sino porque internet creaba subculturas donde lo prohibido se volvía divertido justamente por estarlo.
El atentado al World Trade Center devino en material memético estándar de la internet. Tanto es así que 24 años después no sólo siguen siendo graciosos, sino que además van iterando y mejorando. Y también entrando en dimensiones como el mundo Dunk Meme, la versión más abstracta y absurda.
En la actualidad, el 11-S no es un tema sagrado: es un recurso más del humor nihilista de internet. El tono dominante es posirónico: ya ni siquiera se trata de burlarse directamente de la tragedia, sino de usar su imagen como un signo de lo inadecuado y de lo absurdo.
Ayudados por las nuevas redes sociales que fueron apareciendo en las últimas dos décadas, los memes del 11 de septiembre pasaron a convertirse en "reels" o en contenido para TikTok. Y en muchos casos ya están hechos por gente que no vivió el ataque.
Templates de memes del 11-S

Si pensamos en los templates definitivos, primero tenemos la foto clásica de las Torres Gemelas con el segundo avión. Convertida ya en un pilar de reacciones a situaciones inesperadas o cosas sobre las que uno se tiraría de cabeza, en código "Le entro como piquetero al bombo".
Por otro lado, tenemos la imagen de George W. Bush que ilustra esta nota, con la mirada completamente perdida mientras el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Andrew Card, le indica en susurros que un segundo avión impactó la otra torre. "Perder no es grave, el problema es la cara de boludo que te queda", dijo el político argentino José María Vernet. Recordemos que, en ese momento, Bush estaba leyendo un cuento en un jardín de infantes en el estado de Florida.
Por último, tenemos el clásico template de Wojacks y Chads que varían de rango acorde a lo que necesite la situación. Muchos siendo el Nivel 1 de las teorías conspirativas respecto de que el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, es el responsable directo del atentado. Percepción que es difícil de sostener cuando vemos la cara de boludo con la que quedó cuando se enteró del impacto a la segunda torre. "9-11 was an inside job" es un memeplex que requiere todo un artículo (o una serie de artículos) en sí mismo.

Argentina y los memes del 11-S
En nuestro hermoso país tenemos una tradición con los límites del humor. Internet y las redes sociales le dieron rienda suelta a nuestra forma de ser y logramos generar un sistema paralelo que transforma estrés y crisis constante en serotonina, vía producción de memes.
Todo en Argentina termina siendo memeable, con todo tipo de usos, desde lo más inofensivo hasta la weaponización extrema. El 11 de Septiembre no fue la excepción. Al poco tiempo del atentado, Bin Laden se conviritó en una especie de personaje jocoso. Hecho cristalizado en ese momento icónico dónde el Diegote se puso una máscara del jefe de Al-Qaeda. Rápidamente, el mundo del fútbol se llenó de referencias a Bin Laden como una especie de ídolo popular, anclado en la gran tradición anti imperialista de nuestro país.
Además, el meme exasperaba a un sector social más "políticamente correcto" respecto de este tema, o incluso abiertamente pro yanqui (Daniel Hadad, Infobae), lo cual volvía todo más gracioso. Incluso hubo una polémica iniciada por una contratapa de Revista Barcelona que recordaba el ¿segundo? aniversario del atentado con una torta y las torres a modo de vela.



El atentado después del atentado
El 11-S ya pasó por tantas capas que el atentado queda abstraído de la misma imagen, convirtiéndolo en un concepto que aplica en casos variadísimos, desde una idea que se choca con otra hasta la ridiculización misma de la situación. Y tiene sentido: que dos aviones comerciales chocaran en un atentado terrorista contra las torres más importantes de Estados Unidos es uno de los momentos más WTF de la historia.

Para conmemorar este día, les dejamos una finísima selección de memes y un bonus track de videos:





