Nothing in the world belongs to me / but my love, mine, all mine, all mine.
Mitski - "My Love Mine All Mine"
De niña, mi sueño era tener internet. Era 2010 y todas mis amigas tenían esa bendita internet. Entonces iba a sus casas a usarles la compu, solamente para googlear una cosa mientras se distraían: fotos inéditas de los Beatles. Un buen día –uno de los más importantes de mi vida– aterrizó internet en mi cuadra. Recuerdo que en una de esas primeras jornadas como usuaria llegué de la escuela, me senté frente a la PC, entré a Google y apareció una extraña curiosidad que se presentó como una enfermedad invasiva que llega al pecho a través del ducto respiratorio para enquistarse en cada lóbulo pulmonar y no salir jamás: se me ocurrió teclear "foto beso John Lennon + Paul McCartney".

Qué es una fujoshi
Yaoi, BL (Boy's Love), Slash, Femslash, Shōnen-ai, Danmei: existen muchos conceptos para hablar de un mismo género literario, pero una sola palabra para definir a la consumidora de este género. Fujoshi. Una fujoshi es una mujer que shippea (empareja) sujetos masculinos, sean o no ficcionales, y genera y/o consume contenido al respecto.
El concepto fujoshi tiene una hermosa y divertida explicación sociolingüística: los kanjis son uno de los tres sistemas de escritura utilizados por los japoneses. Son sinogramas que se interpretan de manera contextual y tienen dos tipos de lectura. La palabra fujoshi está formada por tres kanjis (腐 女子) que se escriben y pronuncian como: 腐 (fu), que significa podrido, y 女子 (joshi), que significa chica o mujer. El término es un juego sonoro (dado por la posibilidad de la lectura que brindan los kanjis) con fujoshi (婦女子), que significa mujer respetable. El concepto fujoshi fue acuñado por las propias fans para describir de manera irónica su afición por el manga, el anime y las novelas de relaciones románticas entre hombres. Pero ojito ojete: las fujoshis están diseminadas a lo largo y ancho de todo el mundo.
En 2018, Ágnes Zsila, Dru Pagliassotti (editora y fundadora de la revista de fantasía y horror The Harrow) y otras autoras llevaron a cabo la investigación "Loving the love of boys: Motives for consuming yaoi media", donde analiza las motivaciones del público angloparlante que consume historias de amor entre hombres. Encontró diez: amor "puro" sin género, actitud pro LGBT+/transgresora, identificación (autoanálisis), melodrama, aversión a los romances shōjo convencionales, escritura erótica orientado al público femenino, puro escapismo/desconexión con la realidad, arte/estética, entretenimiento y, por último, contenido sugerente. También encontró que las mujeres constituyen el 89% del público del yaoi en Occidente.
Resulta interesante sumar a las motivaciones encontradas por Pagliassotti dos obscenas y grandes decisiones narrativas que históricamente se reproducen en muchas obras de ficción: el queercoding y la imposibilidad masculina de escribir personajes femeninos.

¿Qué es el queercoding? William Harrison Hays (ex presidente del Comité Nacional Republicano, Director General de Correos, gestor de la campaña presidencial de Warren G. Harding y presidente de la Asociación de Productores y Distribuidores de Películas de América) estableció el Hays Code: un conjunto de directivas de la industria para la autocensura de contenidos establecido en 1930, aplicado de forma estricta a la mayoría de las películas estrenadas desde 1934 pòr los principales estudios en Estados Unidos y vigente hasta finales de los '60. Este código prohibía la representación positiva de la homosexualidad, entre otras cosas. Los únicos personajes de ficción que podían ser percibidos como homosexuales debían tener roles malvados y ser castigados o bien ser objeto de burla a lo largo de la obra. Por eso los villanos de cientos de películas comenzaron a tener rasgos, comportamientos o gestos que podían interpretarse como LGBTQ+.
La implementación de este código aún tiene consecuencias, ya que las representaciones de la villanía suelen tener una fuerte implicancia erótica y "degenerada". Son los malos que vienen a corromper la pureza y estoicidad del héroe.


Por otro lado, tenemos la abyecta incapacidad histórica de los hombres a la hora de representar mujeres en sus obras. Los personajes masculinos suelen tener más desarrollo y una caracterización más profunda, lo que lleva a que sus vinculaciones con el resto de los personajes sean más intensas. Entonces, si agarrás un héroe, dejás de lado a la mina, le ponés un amigo reeeeeeeeee fiel y un gay súper malo y corrompedor como villano es un 2+2, gente, no es tan difícil. Resulta muy, muy fácil que tu público se pregunte WHAT IF?
In otaku terms, cuando mirás un par de capítulos de Naruto resulta imposible pensar heteronormativamente cada vez que Orochimaru pide el cuerpo (sí, el cuerpo) de Sasuke –puto malo tragasables se quiere robar el twink del pueblo–. Encima, del otro lado tenés a Naruto siendo insoportable durante muchísimas temporadas con su búsqueda del morocho emo, como ex novio arrepentido. En el fandom siempre le dedican una frase: Naruto Uzumaki aprendió a caminar sobre el agua porque el suelo no le bastó para arrastrarse por Sasuke.

Breve historia del fanfic
Esto que menciono son reinterpretaciones de diferentes ficciones existentes. Pero si tomara y concatenara por escrito las reinterpretaciones que pudiera hacer de una obra en torno a una narrativa ordenada y nueva –lo que casi estoy haciendo–, sería un fanfic. Fanfic es una apócope de la palabra fanfiction: nueva ficción basada en una obra existente (o también en la realidad misma) creada por fans para fans. La especialidad de las fujoshis.
Si bien las reinterpretaciones de los relatos ficcionales siempre existieron, las raíces del fanfic con contenido homoerótico se pueden encontrar en la década de los '60 dentro del fandom de Star Trek. Fujoshis norteamericanas de esos años (en su mayoría amas de casa) dibujaban, escribían e imprimían fanzines que circulaban casi en secreto en convenciones, en donde litros y litros de tinta se gastaron para escribir sobre el ship gay más famoso de la época: James T. Kirk y Spock.


Aquiles lamenta la muerte de Patroclo
Pero existen antecedentes mucho más antiguos de ships LGBT+ en la ficción. Un ejemplo es el de Patroclo y Aquiles. El dramaturgo Esquilo, en el siglo V antes de Cristo, escribió la tragedia Los mirmidones, donde interpreta a la Ilíada de manera gay y romántica. Esto es un toque lost media griega, así que me van a tener que creer o aprender a leer griego. Recomiendo el trabajo de CarnavalDeMonstruos, que se dedica de manera profesional a la historización del mundo del fanfic, como también a la escritura de relatos de esta categoría.

Archive of Our Own (AO3)
La llegada de internet transformó el fanfiction, reemplazando en gran medida los fanzines impresos y facilitando la distribución de estas obras. Muchos sitios webs se utilizaron para alojar estas creaciones (Wattpad, fanfiction.net) pero desde 2008 existe además Archive of Our Own (AO3), una de las últimas tierras vírgenes de internet. Una suerte de paraíso amazónico donde (una mayoría de) mujeres escriben, leen, generan debate y comparten de manera prolífica una cantidad impresionante de contenido transformativo/reinterpretativo de sus obras favoritas. Internet de la vieja en estado puro y pleno. Algo así como los últimos caballos salvajes que viven en las praderas de Mongolia.
AO3 es una pata más de la Organization for Transformative Works (OTW), una organización sin fines de lucro creada por fans para defender los intereses de la comunidad fan, facilitando el acceso a la historia de las obras creadas por fans y preservando su patrimonio cultural en sus diversas manifestaciones. En este repositorio online abierto se pueden encontrar más de 16 millones de historias pertenecientes a más de 75.000 fandoms diferentes, ordenadas por categoría. La importancia de AO3 radica en la posibilidad que brinda a creadoras y lectoras al dar soporte archivológico, ya que dentro de cada categoría es posible dar con etiquetas que permiten organizar los relatos y facilitar que encuentres lo buscado, como también evitar las historias con temática no deseada. También permite un trackeo activo del contenido de las creaciones, dándonos como resultado cosas como estos magníficos charts:

Los mayores ships del anime y manga de 2025
Ya que estamos con los charts, por mera curiosidad analítica y como ya estamos en noviembre, los ships más trabajados del mundo del anime/manga en 2025 fueron los siguientes:
#5 Nagi Seishiro x Mikage Reo en Blue Lock. A pesar de la utilización de PNGs estáticos en su animación, Blue Lock le ganó en shipeo a Haikyuu! este año, destronando al tradicional Kageyama x Hinata, ¿lo celebramos?

#4 Roronoa Zoro x Vinsmoke Sanji en One Piece. I'm in. Eiichirō Oda dejó muy servido este ship, ya que Sanji es un hombre etéreo, carismático y angelado que tiene la codificación de una princesa de Disney. Zoro es su contraparte fuerte, parca y tosca, que siempre lo mira de soslayo. Es una convención narrativa tradicional en los emparejamientos amorosos, un clásico enemies to lovers, subrayado por un recurso muy utilizado por las fujoshis: la diferencia de tamaño.
같은수컷끼리일케차이나도되는거임? pic.twitter.com/mU2bB0EwZM
— 정강 (@ssssnnnii) October 10, 2025
#3: Satoru Gojo x Suguru Geto en Jujutsu Kaisen. Este ship necesita su página propia en el gran libro de la cultura pop. Además de haber generado millones de fanfics, este shippeo llegó a trascender a la vida real, generando intervenciones masivas en calles de Japón, Perú y Estados Unidos. Hasta hay un mural en Palermo, CABA. Gojo y Geto nos enseñaron que no hay nada peor a que te abandonen frente a un McDonald's a plena luz del día.

#2 Dazai Osamu x Nakahara Chuuya en Bungō Stray Dogs. Si bien dejaron de emitir este anime en 2023, aún sus fans siguen generando thirst traps con este ship. Le mando un saludo a mis compañeras de japonés, que sé que contribuyen con este top.

#1 Katsuki Bakugou x Izuku Midoriya en Boku no Hīrō Akademia. Meh, no tengo la más puta idea, no soy una My Hero Academia enjoyer, ¡pero las felicito, chicas!

El origen del UWU
El fanfic otaku (y también k-poper) contribuyó con muchísimas cosas al vapuleado mundo de internet. Además de la canonización de memes brillantes tales como "te parecen bien 47 centímetros?". Cuenta la leyenda que el primer uso comprobado del emoticón "uwu" se dio en un fanfic LGBT+ de Yu-gi-oh! titulado "Genie of the Puzzle" publicado por el usuario DaakuKitsune el 14 de octubre de 2005, quien también les dejó un comentario a sus lectoras: "Again, feel free to throw squids and fish at me. UwU I deserve it, I know".
Un aporte argentino al Boy's Love
El Omegaverse es un subgénero que dentro del mundo del fanfic está registrando una tasa de crecimiento particular en el número de adeptas. Es un subgénero erótico que tiene como premisa una sociedad alternativa estratificada donde los individuos están divididos por jerarquías de dominancia: dominantes Alfas, neutrales Betas y sumisos/mixtos Omegas. Esto parte de una reinterpretación de lo animal que siempre está presente en las historias de la ciencia ficción. ¿Si existe un hombre lobo, ese hombre lobo va a tener un ciclo reproductivo humano o lobo? ¡Esto no es furrismo! ¡Esperen, que tengo un punto! Aparte, no me jodan, para mí Batman y las conejitas de Playboy exploran el tropo de la bestialidad y todo el mundo lo acepta porque fue introducido a la sociedad como male content. Cosa que está bien, el erotismo está bien, pero nos divertimos todos o no se divierte nadie.

¿En qué contribuyó Argentina al Omegaverse? Si bien las raíces de este género se asientan también en el fandom de Star Trek (ya que Spock no es humano, es vulcano), muchas personas afirman que este subgénero sin Argentina no hubiera existido. En mayo de 2010 alguien compartió en la comunidad de LiveJournal el primer fanfic con esta propuesta de sociedad estratificada reinterpretando la serie Supernatural. Uno de los actores, Jensen Ackles, había trabajado también en la serie Dark Angel, de James Cameron, serie acusada de plagiar el comic argentino Cybersix, de Carlos Trillo, donde se tematiza el celo y el cambio de sexo de manera organizada. A partir de eso, las líneas se vuelven un poco más difusas.

Más allá del severo plagio a Cybersix, sucede que en un corte de tiempo determinado en la humanidad se encuentran latentes las mismas ideas, pero tiene que llegar alguien a acomodar el canon. Con el Omegaverse pasó exactamente esto. Argentina brindó condición de posibilidad, además de ser el primer y único país con una legislación para la prevención de los hombres lobo.
No soy particularmente fanática del Omegaverse. Me interesan otros subgéneros, ya que lo que más me atrae de la sexualidad humana tiene que ver con la cultura y la emocionalidad (soy terriblemente cursi). Pero debo tenderles fuertemente la mano a las chicas que exploran esta temática ya que el sexo siempre va a tener latente un rasgo de animalidad porque es condición reproductiva. La presencia de las bestias, aún terribles y despreciadas, da la posibilidad de existencia a todo lo demás, ya que son una hipérbole del imaginario colectivo, ya sea en fanatización o en terrores. El monstruo es el chivo expiatorio de la sociedad. La sexualidad LGBT+ siempre fue el chivo expiatorio de la sociedad.
Para terminar, debo agregar que si bien la narrativa del fanfic homoerótico muchas veces puede contribuir al problema del acoso, la cosificación y la representación trágica de la homosexualidad en la ficción, también es una vía de escape para una comunidad subterránea de mujeres y diversas sexualidades, es un guiño cómplice, es vía de aprendizaje e introducción a la escritura/lectura y es una internet muy libre que rompe con el pesado yugo del copyright y las corporaciones, tan pesado sobre muchísimas sagas de ficción.
Eso, y que si te gustan los hombres, mejor que ver uno es ver dos.
