A pesar de sus 49 millones de unidades vendidas en todo el planeta, la Super Nintendo Entertainment System (SNES), o coloquialmente Super Nintendo, fue una máquina mítica a la que realmente nadie, o casi nadie, tuvo acceso en Argentina. Durante la gran guerra fría que fueron los '90 en la lucha entre las consolas, Argentina estaba completamente alineada al eje SEGA con la también mítica Genesis (MegaDrive) o seguía sumida en el mundo de las consolas de 8 bits. Distinto fue el destino de la Nintendo 64 (N64) que tuvo muchísima más popularidad en nuestro país. Pero su antecesora, para los que crecimos, vivimos y palpitamos junto al SEGA, era algo exótico que sólo veíamos a través de los medios de propaganda de Nintendo.
En mi caso, primero supe de su existencia cuando en búsqueda de cómo carajo hacer una fatality conseguí algún ejemplar de la revista Top Kids y me percaté de la existencia de otra consola. Más tarde llegaron las publicidades en televisión de juegos exclusivos como Killer Instinct o Donkey Kong Country. Eran como fantasmas. Estaban ahí con nosotros, pero no los podíamos ver. Ya sobre el final de la década, y con el comienzo de la quinta generación (PlayStation, N64, Sega Saturn), un amigo se hizo de una SNES y pude probar sus diferencias contra su gran competidora. A nivel gráfico estaban equiparadas, pero la capacidad de jugar los exclusivos de Nintendo pesaba. En esa época, los que mi amigo consiguió fueron los primeros dos Donkey Kong Country y Super Mario RPG. Y hasta ahí llegó la cuestión.

SNES en la era de la emulación
Con la llegada de los 2000, internet y la cultura de la descarga se volvieron ubicuos. Todo empezó por la música, pero rápidamente se expandió a otros sectores. En mi caso, además de bajarme toda la biblioteca clásica de LucasArts, descubrí el mundo de la emulación –tema para OTRA NOTA MÁS–. Lo primero que emulé fue Pokémon Blue de Game Boy, y ahí se me abrió una ventana de oportunidad. Después, en lo de un amigo, aprendí que la emulación valía para muchas más consolas que la simple Game Boy. Fue así que entre 2001 y 2004, gracias a los emuladores, me sumergí en grandes joyas que no había jugado por las limitaciones que ya describí. En particular, del catálogo de SNES, le metí muchas horas a Super Mario World 2: Yoshi's Island –quizá el mejor plataformero de su época– y a The Legend of Zelda: A Link to the Past. Sin duda, el catálogo de la SNES era fuertísimo, pero ni siquiera en esa época tomábamos real dimensión de eso.
SNES en la era del retrogaming
Llegando al final de la primera década de los 2000 conocí los videos de Angry Nintendo Nerd, quien se convertiría en un símbolo de la época y cambiaría su nombre a Angry Videogame Nerd. El personaje de James Rolfe exploraba lo peor del catálogo de la NES en una serie de videos memorables, mientras los jugaba en su hardware original. El video me lo mostró un amigo de esa época, Darío Manoukian, quien además todavía conservaba una SNES en su living. Una de las cosas que más me había llamado la atención de los videos de Rolfe fue que una serie de consolas más o menos reciente pudiera ser objeto de coleccionismo. Así fue como se me inoculó el virus de buscar mi propia SNES. Si mal no recuerdo, fue en el verano de 2010/2011 que le compré por 300 pesos de la época una SNES a Joaquín, uno de los chicos del barrio con los que andábamos en skate.
Lo primero que me sorprendió de la consola fue que funcionaba a la perfección. En la primera encendida ya pude jugar sin problemas. La conecté al televisor Samsung de 40" con sus cables de audio y video y tiró imagen sin problemas. De ahí en más, todo se convirtió en una especie de scouting alrededor de cartuchos y juegos viejos del sistema para conseguir lo mejor del catálogo. El golpe de suerte vino cuando un amigo de toda la vida me comentó que aún guardaba sus cartuchos de SNES y me los dejó en casa. NBA Jam, los primeros dos Mortal Kombat, Killer Instinct, Mario RPG, Mario World, Super Metroid, Star Fox, Super Star Wars, Indiana Jones, entre otros, además de una serie de juegos también injugables como los de Terminator 2, Jurassic Park o Robocop. Por una cuestión u otra, la llegada de la consola significó una zambullida en uno de los catálogos más finos de su era y la posibilidad de jugar más clásicos pero ahora en hardware y en 40 pulgadas.
Cómo conseguir la mejor imagen de la SNES
Al conectar la SNES a la pantalla plana de 40", de inmediato surgió un inconveniente: la resolución dejaba bastante que desear. La solución más sencilla y low tech es conseguir una televisión de tubo, para las cuales todas estas consolas fueron diseñadas. Sin embargo, si queremos pasarnos un poco de rosca, hay con qué: existe todo un mundo de nueva tecnología que permite llevar las imágenes de consolas antiguas a resoluciones modernas.
Todo se trata de escalar la imagen nativa que entrega cada sistema y la forma en la cual las líneas de video se sincronizan. Las SNES entregan una resolución nativa de 240p y para que la imagen escale bien en pantallas digitales el truco es llevarla a 480p. En mi caso, seguí las recomendaciones del gran canal My Life in Gaming para adaptar el SNES a otro equipo escalador: el Framemeister xrgb-mini. En su momento fue lo mejor para escalar consolas de esta generación, aunque ahora los métodos fueron cambiando y se perfeccionaron, y existen otras maneras de conseguir los mismos resultados. Desde cables especiales a modificaciones internas para incorporar salidas directas a HDMI.
Pese a todo eso, la solución de cable SCART + Framemeister permite conseguir algo así como el grial de las consolas retro: resolución en RGB. Esto es conseguir que cada espectro de la luz (Red, Green, Blue) salga por su propio canal, de forma que entregue la imagen más limpia posible. Con esto solucionado, se puede puede jugar a la SNES en cualquier pantalla moderna de cualquier dimensión con una resolución perfecta en la que cada píxel parece cortado con bisturí.
El catálogo de la SNES
La pata más fuerte de la SNES es su catálogo. Si algo dejó esa rivalidad histórica con SEGA –y es algo en lo que podemos casi coincidir– fue que Nintendo se llevó la década. Los juegos de la SNES son, en gran parte, de una influencia difícil de igualar. Ya sólo pensar en títulos como Super Mario World, The Legend Of Zelda: A Link to The Past, Super Metroid, Chrono Trigger, Final Fantasy VI y Mario Kart, nos da la dimensión de la importancia del catálogo. Por sólo nombrar algunos.
Son juegos que marcaron no sólo su época sino que se volvieron géneros en sí mismos (pensemos en el auge reciente de los metroidvanias) o codificaron las reglas de su género. Juegos que nunca había jugado en mi vida hasta que tuve la oportunidad de hacerlo en su consola original. Maravillas de este arte. Estar sentado frente a una pantalla con joystick en mano un sábado de lluvia y poner Super Metroid es una experiencia similar a, no sé, ver Alien por primera vez o perderse en los laberínticos calabozos del castillo de Hyrule, intentando descular cómo carajo pasar a la siguiente sala. O ver por primera vez a Mario competir contra Bowser en una carrera de kartings.

Por último, pero no menor, podés conseguir el adaptador para jugar todos los títulos de Game Boy y Game Boy Color en tu Super Nintendo, que conectado al escalador te da una imagen de 1080p en tu tele de pantalla plana. Jugar todo Pokémon Blue/Red de punta a punta, sentado en el sillón de tu casa mientras afuera el mundo arde. Los gustos hay que dárselos en vida.
Características técnicas de la SNES
La Super Nintendo Entertainment System (SNES) fue creada por Nintendo y lanzada en 1990 en Japón (como Super Famicom), en 1991 en Estados Unidos y en 1992 en Europa y América Latina. Vendió alrededor de 49 millones de unidades en todo el mundo y estos son sus principales datos técnicos:
- CPU: Ricoh 5A22, basado en el 65C816, a 3,58 MHz
- RAM: 128 KB
- Video RAM: 64 KB
- Resolución: entre 256×224 y 512×448 píxeles
- Colores: hasta 32.768, con un máximo de 256 simultáneos en pantalla
- Canales de audio: 8, con chip de sonido Sony SPC700 a 32 kHz
- Cartuchos: de 2 a 48 megabits (con chips adicionales como Super FX en algunos juegos)
